LA CIRCULARIDAD NOS SOSTIENE EN UN ENVOLVENTE Y SUTIL ABRAZO
El útero que se creó, de forma espontánea,
en la ceremonia de apertura, del Círculo de la Confianza
en la ceremonia de apertura, del Círculo de la Confianza
7 de febrero del 2020
Tras el bello inicio de este círculo, las participantes empezamos a trabajar con la energía del útero.
Todas las mentes pensantes aunamos nuestra energía para conexionar, a través de la comprensión y el respeto por nuestro proceso vital, la energía del útero en nuestro interior.
Todas las mentes pensantes aunamos nuestra energía para conexionar, a través de la comprensión y el respeto por nuestro proceso vital, la energía del útero en nuestro interior.
Hemos pasado por la primera luna llena de este ciclo y transitaremos por el equinoccio de primavera, antes de terminar. Con todos estos elementos de la naturaleza, a nuestro favor, danzaremos en nuestro círculo para propiciar la conexión de todos los campos corporales en nuestro útero sagrado.
Nos gestamos como círculo desde la Vessica Piscis, como emblema del Círculo de la Confianza.
La danza nos vehícula y los cuatro elementos simbolizan nuestra fertilidad, el recorrido por nuestras fases nos enraíza y la sabiduría innata de nuestro corazón nos conecta con lo Superior.
Cada encuentro es un bello rito que nos recuerda quiénes somos, de dónde venimos y nos propulsa hacia donde vamos y, en el proceso de conocer nuestros atributos femeninos, conectamos internamente con nuestro propio potencial como en una danza mágica, con nosotras mismas, al calor del fuego de una bella hoguera ancestral.
Hemos transitado el fuego, el agua, el aire y la tierra y compartido tres de las cuatro estaciones del año.
Finalizamos con alegría y pasión en un tributo a la espiritualidad, a las creencias, a la capacidad de auto observarnos y de poner nuestro potencial femenino y humano al servicio de una misma.
Desde el útero y con el corazón nos decimos ¡hasta siempre!
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