DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
ᬀ8 DE MARZO 2020ᬀ
Hoy es un día, como cualquier otro, sin embargo el nombre que ostenta es especial y lo hace un poco diferente, porque nos invita a la reflexión, a conmemorar, a refrescar nuestra memoria y la memoria colectiva.
Tal día como hoy, en el 1857, en una de las primeras marchas de mujeres, en plena revolución industrial, se acuñó el lema PAN y ROSAS, reivindicando mejoras laborales y el fin de la explotación infantil.
Años más tarde, las Naciones Unidas declararían este día, como el Día Internacional de la Mujer. Y dos años más tarde sería el Día Internacional de la MUJER y la PAZ INTERNACIONAL. Gracias a tantos logros y a tantas vidas, el paso del tiempo nos acerca a vivir en una comunidad más empática y, tal vez, un poco más solidaria, aunque todavía queda mucho por hacer y mucho por lograr.
A lo largo del día, sentada en medio de la calle Aragón, escuchaba a una virtuosa pianista concertando para un público variopinto y, frente a su esfuerzo y entrega, he caído en la cuenta de un dato muy interesante respecto al número del día de hoy y lo he compartido en mi cuenta de Instagram. De todos los posibles días que hay a lo largo de un mes, elegir el ocho para conmemorar, internacionalmente, el Día de la Mujer, me parece un juego de azar maravilloso y simbólico, pues no hay número más doblemente circular que el mismísimo ocho. El símbolo del infinito ostentando la verticalidad, como desafiando el mundo y la gravedad. El infinito en vertical es la doble horizontalidad bailando al son de lo cíclico.
Llegando al final de hoy, me siento y aprovecho para pensar en mujeres, cuyas vidas y trascendencia han cambiado el mundo. Y me pregunto qué chispa de inspiración se engendró en su interior, para darse cuenta de que aquello que estaban viviendo no era para ellas, para dar un paso al frente y decir NO a los convencionalismos, a su zona de confort. Qué prospero pensamiento se infiltró en sus mentes, para que su genialidad y maestría se pusiera al servicio de la humanidad, para infundir un cambio en el planeta y en sus habitantes.
En estos últimos meses, hay una figura recurrente que se filtra en mi mente, ROSA PARKS, cuya reivindicación cambió literalmente el mundo, tal y como era conocido, hasta los años cincuenta. Su espíritu y conciencia, de lo colectivo, generó tal cambio, que abrió los ojos a hacer reflexiones profundas sobre el modo de vivir y de ser con los demás. Su nombre, en sí mismo es una alegoría viviente de un símbolo, la rosa, cuya inspiración y legado ha dejado una siembra de ensoñamiento alrededor de todo lo que sus pétalos esconden.
Entre la historia y la leyenda, también hay una figura dentro de la literatura religiosa, que personalmente me fascina y alienta. Se trata de la figura femenina TARA, una representación de la mente iluminada, muy alabada en la iconografía budista que, cuenta la historia, habiendo acumulado suficiente mérito o energía positiva, para lograr el estado de la mente iluminado, declinó el consejo de los monjes budistas de obtener el renacimiento de un hombre para lograr la iluminación y dictó con noble dulzura que se iluminaría siendo mujer. Y eso siempre me ha acompañado, porque si ella lo logró, yo también.
Y como estos dos personajes, hay tantas historias conmovedoras, alentadoras y dichosas que nos empujan a conocernos, a entendernos y a querernos por lo que somos, por nuestros valores y dones como mujeres, que no son en absoluto menospreciables; porque de todos los dones que poseemos, el mayor y más encomiable es el de poder ser, siempre y ante todo, nosotras mismas.
¡TE DESEO LO MEJOR PARA LO QUE QUEDA DE ESTE MARAVILLOSO DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y LOS MEJORES DESEOS PARA QUE ESTA SEMANA ESTÉ REPLETA DE RETOS MARAVILLOSOS, QUE PUEDAS ABATIR CON TU SONRISA, DULZURA Y MAGNIFICENCIA DE MUJER!
Tal día como hoy, en el 1857, en una de las primeras marchas de mujeres, en plena revolución industrial, se acuñó el lema PAN y ROSAS, reivindicando mejoras laborales y el fin de la explotación infantil.
Años más tarde, las Naciones Unidas declararían este día, como el Día Internacional de la Mujer. Y dos años más tarde sería el Día Internacional de la MUJER y la PAZ INTERNACIONAL. Gracias a tantos logros y a tantas vidas, el paso del tiempo nos acerca a vivir en una comunidad más empática y, tal vez, un poco más solidaria, aunque todavía queda mucho por hacer y mucho por lograr.
A lo largo del día, sentada en medio de la calle Aragón, escuchaba a una virtuosa pianista concertando para un público variopinto y, frente a su esfuerzo y entrega, he caído en la cuenta de un dato muy interesante respecto al número del día de hoy y lo he compartido en mi cuenta de Instagram. De todos los posibles días que hay a lo largo de un mes, elegir el ocho para conmemorar, internacionalmente, el Día de la Mujer, me parece un juego de azar maravilloso y simbólico, pues no hay número más doblemente circular que el mismísimo ocho. El símbolo del infinito ostentando la verticalidad, como desafiando el mundo y la gravedad. El infinito en vertical es la doble horizontalidad bailando al son de lo cíclico.
Llegando al final de hoy, me siento y aprovecho para pensar en mujeres, cuyas vidas y trascendencia han cambiado el mundo. Y me pregunto qué chispa de inspiración se engendró en su interior, para darse cuenta de que aquello que estaban viviendo no era para ellas, para dar un paso al frente y decir NO a los convencionalismos, a su zona de confort. Qué prospero pensamiento se infiltró en sus mentes, para que su genialidad y maestría se pusiera al servicio de la humanidad, para infundir un cambio en el planeta y en sus habitantes.
En estos últimos meses, hay una figura recurrente que se filtra en mi mente, ROSA PARKS, cuya reivindicación cambió literalmente el mundo, tal y como era conocido, hasta los años cincuenta. Su espíritu y conciencia, de lo colectivo, generó tal cambio, que abrió los ojos a hacer reflexiones profundas sobre el modo de vivir y de ser con los demás. Su nombre, en sí mismo es una alegoría viviente de un símbolo, la rosa, cuya inspiración y legado ha dejado una siembra de ensoñamiento alrededor de todo lo que sus pétalos esconden.
Entre la historia y la leyenda, también hay una figura dentro de la literatura religiosa, que personalmente me fascina y alienta. Se trata de la figura femenina TARA, una representación de la mente iluminada, muy alabada en la iconografía budista que, cuenta la historia, habiendo acumulado suficiente mérito o energía positiva, para lograr el estado de la mente iluminado, declinó el consejo de los monjes budistas de obtener el renacimiento de un hombre para lograr la iluminación y dictó con noble dulzura que se iluminaría siendo mujer. Y eso siempre me ha acompañado, porque si ella lo logró, yo también.
Y como estos dos personajes, hay tantas historias conmovedoras, alentadoras y dichosas que nos empujan a conocernos, a entendernos y a querernos por lo que somos, por nuestros valores y dones como mujeres, que no son en absoluto menospreciables; porque de todos los dones que poseemos, el mayor y más encomiable es el de poder ser, siempre y ante todo, nosotras mismas.
¡TE DESEO LO MEJOR PARA LO QUE QUEDA DE ESTE MARAVILLOSO DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y LOS MEJORES DESEOS PARA QUE ESTA SEMANA ESTÉ REPLETA DE RETOS MARAVILLOSOS, QUE PUEDAS ABATIR CON TU SONRISA, DULZURA Y MAGNIFICENCIA DE MUJER!
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